Este fin de semana se han disputado cuatro carreras, con todas las medidas de seguridad e higiene necesarias, que han permitido recuperar la sonrisa a un sector muy afectado por los efectos de la pandemia

Girona y la Costa Brava han vuelto a respirar ciclismo, reviviendo la afición a la práctica de este deporte después de algunos meses de una brusca parada en cuanto a la celebración de carreras y pruebas ciclistas. Gracias al apoyo de las administraciones (Diputación de Girona, Patronato de Turismo Costa Brava Girona, Ayuntamiento de Girona y Agencia Catalana de Turismo de la Generalitat de Cataluña), en la confianza de los participantes y a la labor de la organización se han podido celebrar las principales pruebas deportivas de Sea Otter Europe Costa Brava-Girona Bike Show. Un festival que este año no ha contado con la gran zona comercial y de exposición, las áreas recreativas ni los espacios de exhibición que se habían montado en las anteriores ediciones. Las carreras se han podido celebrar por el hecho de disputarse al aire libre, con sólo un 30% del aforo y bajo unas estrictas medidas de seguridad y de higiene. Unas circunstancias que han marcado claramente la cuarta edición del festival, en el que se ha priorizado la distancia entre los grupos de ciclistas y el cumplimiento de todas las medidas exigidas por los protocolos sanitarios. Para desarrollar el programa deportivo se ha reducido en un 30% la participación (en total han tomado parte poco más de 1.000 deportistas), se han dispersado las diferentes zonas de salidas y llegadas para evitar aglomeraciones, se ha hecho control de temperatura a todos los participantes y ha sido obligatorio el uso de mascarilla en todo momento, salvo en el transcurso de las carreras.

El sábado se ha disputado la Scott Marathon de BTT, en sus diferentes categorías, y hoy domingo ha sido el turno de la cicloturista que ha ido de Girona hasta la Costa Brava (Continental CicloBrava), la prueba de gravel (Ettix Girona Gravel Ride) y la Super Cup Massi, que ha reunido a algunos de los mejores riders del panorama mundial, que debido a la pandemia hacía meses que no competían entre ellos.

Desde la organización se quiere remarcar el gran esfuerzo y la voluntad de llevar adelante este formato reducido del festival ciclista, para poner en valor una actividad deportiva con mucha afición y para reimpulsar un sector que ha sufrido mucho los efectos económicos de la pandemia.

Junto con las administraciones que apoyan el festival ya se trabaja en la organización de la quinta edición de Sea Otter Europe, un festival que confiamos que se pueda celebrar en 2021 con unas circunstancias sanitarias mucho más favorables y poder disfrutar en su formato habitual.

Girona, 27 de setembre de 2020